Este viernes, Godoy Cruz visitaba el estadio Nestor Diaz Pérez para medirse ante Lanús, en una prueba durísima de cara a la recta final del Torneo Clausura 2025.
El dueño de casa llegaba afilado tras cinco triunfos en los últimos siete partidos disputados, además de mantenerse perfilado como uno de los candidatos en la Copa Sudamericana, donde alcanzó la instancia de semifinales.
Mientras tanto, Godoy Cruz recorría un presente muy diferente, habiendo conseguido un triunfo en los últimos dieciséis partidos jugados, y luego de haber dejado una imagen preocupante ante Independiente Rivadavia, con un hombre de más durante todo el segundo tiempo.
Walter Ribonetto realizó algunas modificaciones respecto al once que salió a jugar en el Bautista Gargantini, incluyendo a Misael Sosa, Vicente Poggi y Federico Rassmusen.
Es así que el once quedó conformado por: Petroli; Mendoza, Rassmusen, Arce, Morán; González, Fernández, Poggi; Sosa, Altamira y Auzmendi.
PRIMER TIEMPO
El comienzo fue disputado, con la pelota corriendo más que los jugadores y mucho balón aéreo.
Con los minutos Lanús se acomodó y se hizo cargo de la pelota, debido a que la visita daba muchas ventajas al no marcar al rival.
En una contra del local, José Canale aprovechó otro error de Petroli que no cubrió el primer palo y dejó definir con tranquilidad al paraguayo.
El resto de los minutos fueron historia repetida, sin fútbol ni actitud para revertir el resultado y lejos de tener un futbolista que busque la pelota y se haga cargo futbolística o energéticamente del equipo.
SEGUNDO TIEMPO
En el complemento Godoy Cruz siguió golpeado por el gol del rival.
Con los primeros minutos haciéndose cuesta arriba y sin respuestas, Ribonetto decidió mandar a la cancha a Martínez, Abrego, Valverde y Pascual, a partir de ahí, el equipo empujó un poco más e hizo que el Granate se retraiga en su área, sin embargo cada contrataque era muy peligroso.
Sobre el final llegó el gol de Castillo, para sentenciar las acciones y sumarle una nueva derrota al equipo mendocino.
CONCLUSIÓN
Nada positivo puede rescatarse de lo sucedido esta noche, cada partido que pasa la presión es mayor para unos futbolistas que juegan como si no hubiera vuelta atrás.
Lamentablemente Godoy Cruz no genera situaciones de peligro, ni asociaciones que lo acerquen al arco rival, es predecible y cuando consigue alguna jugada para generar peligro aéreo los centros son pésimos (hoy un gol llegó por esto).
Es un equipo mentalmente descendido, que a pesar de aún depender de si mismo, da la impresión de que no responderá y deberá esperar resultados ajenos en un torneo que está casi terminado y donde se definirá todo sobre el final.
Si queda algún destello de esperanza deberá sortearse la próxima fecha, cuando San Martín de San Juan (rival directo) visite la provincia y quede con chances de pasar al Expreso en la tabla anual.