En su regreso oficial con la camiseta de Godoy Cruz, Pol Fernández volvió a pisar el césped del fútbol argentino en el empate 1-1 frente a Rosario Central, en el Gigante de Arroyito, por la primera fecha de la Liga Profesional. El mediocampista ingresó en el segundo tiempo en lugar de Leonardo Jara, cuando el equipo mendocino buscaba mayor claridad en el manejo del balón y mejor conexión entre líneas.
Desde su ingreso, Pol aportó orden, criterio y experiencia. Se mostró siempre como opción de pase, distribuyó con precisión y fue clave para darle al equipo algo que había faltado durante gran parte del encuentro: tenencia y pausa. Sin ser desequilibrante en ataque, su impacto se notó en el equilibrio del mediocampo, ofreciendo una salida más limpia ante la presión constante del conjunto rosarino.
El ex Boca y Cruz Azul, que viene de un breve paso por el fútbol brasileño, no necesitó demasiado tiempo para volver a sentirse parte del engranaje del Tomba. Con buena lectura de juego, recuperaciones puntuales y un par de pases filtrados interesantes, fue una de las piezas que ayudó a que el equipo se soltara en los minutos finales.
Aunque su ingreso no cambió el resultado, sí modificó la dinámica del equipo, que terminó encontrando el empate agónico gracias al tanto de Vicente Poggi en tiempo de descuento. En lo personal, Pol cerró un retorno positivo, y dejó indicios de que puede convertirse en una figura clave para el armado de Esteban Solari en esta nueva etapa.