
Este lunes, Godoy Cruz visitaba la ciudad de Vicente López para medirse frente a Platense, durante la séptima fecha del Torneo Clausura 2025.
En medio de unos días complicados desde lo futbolístico, Walter Ribonetto realizaba algunas modificaciones para este partido, y salió a la cancha con: Petroli; Mendoza, Escobar, Arce, Morán; Fernández, Poggi, González, Andino; Dupuy y Auzmendi.
PRIMER TIEMPO
Godoy Cruz comenzó el partido con otro semblante. El planteo no era el mismo que venía mostrando los partidos anteriores.
De entrada, la novedad era la dupla de ataque entre Agustín Auzmendi y Luca Martínez Dupuy, brindando alternativas a los volantes a la hora de verticalizar.
Así mismo, la línea de volantes abarcó un espacio considerable, moviendo la pelota de lateral a lateral y pasando por el tándem Poggi/González.
A diferencia de fechas pasadas, el elenco mendocino aguardó por lo que hacía el rival, consiguiendo salir de contrataque sin tomar el protagonismo desde la tenencia de la pelota.
Mientras tanto, el “Calamar” no mostraba demasiado flujo de juego, a pesar de que la visita le cedía la pelota.
Se mostró como un equipo directo, obviando la mitad de cancha y buscando a Luna y Lotti dentro del área, sin embargo le faltaba mucha claridad para incomodar a Franco Petroli bajo los tres palos.
Ya en ventaja, después del tremendo zapatazo del “Indio” Fernández para adelantar al Expreso, una irresponsabilidad de Santino Andino dejó al equipo con un jugador menos.
Lo grave de la decisión del jugador, era que Godoy Cruz (ganando) se encontraba cómodo en la cancha y está situación ponía las acciones cuesta arriba.
SEGUNDO TIEMPO
En el complemento Platense lo fue a buscar desde el primer minuto.
Con algo de complicidad propia del equipo de Ribonetto, Franco Baldassara marcó y puso el partido en igualdad de condiciones.
El encuentro se acható porque el local no era claro en los metros finales, esto le dio vida a un Godoy Cruz inteligente que supo aprovechar sus momentos y a partir del ingreso de Pol Fernández y Daniel Barrea, consiguió hacerse fuerte ya con pelota.
Estos cambios surtieron un impacto inmediato en el partido, ya que tras una grandísima jugada colectiva entre Altamira y Poggi, le dejaron la pelota servida a Barrea para poner el segundo tanto.
Ya en la última jugada del partido y como la historia manda, el equipo sufrió (minutos agregados sin sentido) y líquido las acciones tras la corrida de Facundo Altamira para marcar sin arquero.
CONCLUSIÓN
Godoy Cruz ganó y es noticia. El equipo se sacó la mufa y rompió con una racha negativa de 10 partidos sin conocer el triunfo.
Más allá de las formas, la victoria es sumamente valiosa por varios motivos, ya que se ganó después de seis meses en condición de visitante, con un jugador menos y ante un rival que no lo hacía en su cancha desde hace siete partidos. Sumado a que en el último tiempo supo generarle más de un dolor de cabeza al equipo de Mendoza.
Después del duro golpe que significó la eliminación de Copa Sudamericana y la posterior derrota en casa frente a Vélez Sarsfield, la paciencia del hincha comenzaba a agotarse, y el equipo entendió que esta era una prueba de fuego para lo que venía.
Si bien todavía falta bastante y Godoy Cruz respira, no se puede regalar nada de cara al futuro. Cada partido deberá ser vivido como una final, con la certeza de que aún el plantel está en deuda en el Feliciano Gambarte ante su gente.