
Este sábado, Godoy Cruz visitaba el estadio Pedro Bidegain para medirse ante San Lorenzo, por la décima fecha del Torneo Clausura 2025.
El Expreso había vencido de visitante a Platense y volvió a ingresar en una racha adversa sin conseguir triunfos, tras los empates ante Barracas Central e Instituto, donde el equipo estuvo lejos de mostrar un buen nivel de juego.
En esta ocasión, Ribonetto pateó el tablero y decidió rotar algunos nombres en el once titular, por lo que jugaron: Petroli; Escobar, Rassmusen, Arce, Meli; Poggi, Fernández, Montoya, Fernández, Yáñez; Dupuy.
PRIMER TIEMPO
Con un mediocampo poblado, uno pensaría que el planteo inicial era buscar asociaciones y juego en ese sector de la cancha, sin embargo se descuidó demasiado el ataque, al poner de nueve a un solitario y flojo Luca Martínez Dupuy.
A pesar de que la tenencia era favorable en el comienzo, algunos jugadores denotaron el mal nivel que se venía viendo fechas pasadas, y por el cual Godoy Cruz se encuentra en el estado crítico al que pertenece.
Walter Montoya fue uno de los más irregulares de la tarde, acompañado por Pol Fernández, quien estuvo impreciso y decidiendo mal en varias ocasiones.
La visita estaba en juego e incluso llegó a generar algunas situaciones de gol, pero en el retroceso es demasiado inseguro.
Rassmusen está demasiado lejos de su mejor nivel, y los laterales no garantizan seguridad.
SEGUNDO TIEMPO
En una jugada insólita que fue de arco a arco, San Lorenzo estiró la ventaja, tras una inocente infracción de Andres Meli.
En el complemento ingresaron Misael Sosa, por Yañez (quien nunca ha justificado su titularidad cuando le tocó jugar), y Auzmendi por Dupuy.
El nivel de análisis es prácticamente nulo en la segunda etapa, el equipo no mostró revulsión, inteligencia y mucho menos actitud en el resto del partido.
CONCLUSIÓN
Equipos que llevan fechas sin ganar, con crisis institucionales de por medio y rivales de menor jerarquía han conseguido complicar a un Godoy Cruz que no encuentra el rumbo y parece no tener caso de visitante y muchísimo menos en el Feliciano Gambarte.
Pasaron varios directores técnicos y ninguno consigue cambiarle el chip al plantel, que a esta altura es el problema mayor
Godoy Cruz es un equipo con el alma descendida, y la situación no es más apremiante gracias al paupérrimo nivel de otros dos o tres equipos del campeonato. Toca esperar una respuesta de cara a los clásicos que se aproximan y terminar el torneo de la forma más digna posible, a pesar de que partido a partido el plantel se encarga de quitarle prestigio a la institución.