
Este domingo, en una tarde histórica y esperada para la provincia, Godoy Cruz visitaba el estadio Bautista Gargantini para enfrentar a Independiente Rivadavia, por la décimo segunda fecha del Torneo Clausura 2025.
El elenco de Ribonetto venía de igualar ante Independiente de Avellaneda, dejando ráfagas merecedoras de un triunfo que no pasó del empate en el Feliciano Gambarte.
El equipo que salió a la cancha esta tarde fue: Petroli; Mendoza, Escobar, Arce, Morán; Fernández, González, Fernández, Valverde; Altamira y Auzmendi.
PRIMER TIEMPO
La visita comenzó las acciones imponiendo su postura de juego.
Manejando las acciones y abriendo a las bandas se vio la mejor versión del equipo, con un retrasado Pol Fernández, el equipo comenzó a hacerse largo y a dar algunas ventajas en el retroceso.
Sebastián Villa lograba desequilibrar en cada participación con la pelota en los pies, primero por derecha, junto con Amarfil, en quien encontraba un socio que le complicó la vida a Juan Morán.
Más adelante hizo lo propio por izquierda, finalizando desbordes en peligrosos centros que complicaron más de una vez a Franco Petroli.
Mientras que la displicencia de Juan Escobar daba inseguridad dentro de la zaga, Sartori iba agarrando confianza aunque sin contar con ocasiones claras cerca del arco.
El mejor jugador del Expreso en este tiempo fue el “Indio” Fernández, que se mostró activo y certero en distintos sectores de la cancha.
En materia de ataque el juego de Godoy Cruz fue nulo, con Auzmendi lejos de la pelota, y un muy impreciso Altamira.
SEGUNDO TIEMPO
El complemento se vio revolucionado tras la temprana expulsión de Bottari en 5′ minutos de juego.
Lo curioso fue que Godoy Cruz no cambió el semblante, ni se mostró motivado para ir a buscar el triunfo ante semejante situación.
Los cambios (El ingreso de Barrea, Sosa, Poggi, Rossi y Yañez) no influyeron en el accionar del equipo, que lejos de estar más cerca de ganarlo, padeció el hombre de más y nunca encontró la forma de generar peligro, incluso llegando a dar más ventajas que antes y hasta casi perderlo en el final.
CONCLUSIÓN
Godoy Cruz es un equipo desalmado y mentalmente descendido.
Nunca en la historia de la institución en primera división se había visto una situación tan apremiante, generada pura y exclusivamente por los futbolistas, donde se genera una impresión de indiferencia ante la situación que se atraviesa.
No hay fútbol ni revulsión, no hay reacción y ya ni siquiera parece haber amor propio o respeto a la profesión.
Esto viene de hace tiempo, cuando se tomaron decisiones dirigenciales muy equivocadas, donde se sostuvieron procesos inentendibles, se trajo a gente que nunca estuvo a la altura y se desechó lo positivo que traía un año que pintaba para otra cosa.
Esta fecha no se dio ningún resultado, y con doce puntos en juego, el Tomba culminó la fecha a solo tres del descenso, y con un destino que ni siquiera parece depender de uno mismo, sino de lo que puedan llegar a hacer Aldosivi o San Martín de San Juan.