Sin lugar a dudas el partido frente a Atlético Tucumán no fue el debut esperado, Godoy Cruz regaló un tiempo y estuvo lejos del nivel de juego que pretende su DT. El Tomba cometió errores muy graves y estos terminaron incidiendo en el resultado.
El equipo de Larriera jugó un primer tiempo muy flojo, le costó entrar en juego y estuvo demasiado estático. Gastón Giménez tocó pocas pelotas cerca de su zona de influencia, mientras que a Javier Correa y Santiago García no les llegó una pelota al pie. Juanfi Garro y Felipe Rodríguez tampoco estuvieron finos cuando cuando el balón pasó por sus pies, el único que salvó la ropa fue Andy Henríquez.
Lo más flojo del Tomba estuvo en la última línea en donde la defensa no dio garantías a la hora de salir jugando ni cuando le tocó achicar espacios. Godoy Cruz se complicó demás intentando salir con el balón dominado desde el arco y Atlético Tucumán aprovechó estos errores para ganar el partido.
El principal fallo estuvo en la falta de movilidad que tuvo el equipo para ofrecer líneas de pases interiores y exteriores. Además se nota que a los centrales les cuesta salir con balón dominado y les falta precisión en los pases. La mayor preocupación de Larriera pasará por pulir la salida de balón ante un rival que imponga una presión sobre la zaga de centrales o buscar mejores alternativas a la hora de salir desde el fondo.
En el segundo tiempo Godoy Cruz levantó su nivel y salió con otra actitud pero no alcanzó para llevarse algún punto de Tucumán. Lo positivo es que estos errores se pueden pulir con trabajo y es probable que con el correr de los partidos veamos un Tomba más parecido al que busca su DT.