La tarde en el Bautista Gargantini alarmaba un partido un poco más especial que cualquier otro. El Tombita visitaba a la Leprita con varios nombres conocidos en el once, teniendo en cuenta que no vieron acción por la fecha FIFA, pero la lupa de Bodegue se posa en uno que pasa casi desapercibido.
Esta vez el apuntado fue Franco González, un volante central de marca que fue fundamental para que Godoy Cruz se pudiera quedar con la victoria sobre el azul.
Su participación se pudo resaltar sobre todo en el primer tiempo. El partido estaba trabado en la mitad de la cancha y con nulas llegadas a los arcos. Es ahí que este león que tiene en el mediocampo tomó protagonismo metiendo, cortando y recuperando en cada avance del local. Fue importante sobre todo porque se adelantó en el terreno de juego e hizo que el equipo de Anca jugara lejos del arco defendido por Bolado.
Incluso, con una presión alta, recuperó en reiteradas ocasiones la pelota en tres-cuartos de cancha y hasta tuvo una situación de riesgo, cuando pudo sacar un remate al medio que Santiago Grande controló sin problemas. La única jugada de peligro que tuvo Godoy Cruz en el primer tiempo.
En el complemento su figura estuvo lejos de achicarse. Ya con el equipo volcado en ataque, la labor de González tomó mayor relevancia ganando cada vez que disputó una pelota contra un jugador leproso. Además, en repetidas apariciones intentó filtrar pases hacia los delanteros, tanto por el centro como por las bandas, y/o distribuir juego para darle una pausa al equipo.
Este interesante volante central, que se encarga de hacer ese famoso “trabajo sucio” -que poco se reconoce-, hoy fue indispensable en el equipo de Anca. Jugó todo el partido, tuvo un alto porcentaje de pelotas recuperadas, no fue amonestado y se destacó como una de las figuras de la tarde.