Torneo Socios

Juego de ajedrez

Godoy Cruz
El análisis del empate en cero con el Bicho/ Foto: Club Godoy Cruz

Por la fecha 21 del torneo doméstico, hubo empate a cero entre Argentinos Juniors y Godoy Cruz en el Estadio Diego Armando Maradona. Acá, el análisis.

Diego Flores planteó un esquema 3-4-3 para comenzar, pero con mayor flexibilidad de lo que se acostumbra a ver. Haciéndose difícil, incluso, dilucidar en el desarrollo del encuentro qué función cumplían los futbolistas. Néstor Breitenbruch, Guillermo Ortíz -sustituido por Gianluca Ferrari a raíz de un golpe- y Damián Pérez formaron la coraza que jugó delante de Juan Espínola. El mencionado en primer orden, también hizo la cobertura de la banda, acción que volcaba a Abrego como lateral por el otro frente. Un juego de ajedrez.

En el medio, parándose de 5, apareció Leonel González, algo sorpresivo para el dibujo que acostumbra el equipo. A su lado jugaron Ábrego (éste, con mayor libertad para ocupar las zonas vacías), Acevedo y Ramírez, quien tuvo el carril izquierdo para proyectarse en soledad. Por último, Martín Ojeda, Tomás Badaloni y Ezequiel Bullaude. Este último, algo desorientado en su función de la etapa inicial.

La fórmula no le salió como esperaba al técnico. Si bien González asumió marcas, algo que estaba trabajado, el equipo parecía perderse por momentos, y jugó poco con la pelota, a pesar de contar con una serie de chances peligrosas. Predominó el juego tosco, y Argentinos Juniors pudo sortear esa línea de tres centrales mediante Reniero y Ávalos.

Llegado el complemento, el elenco mendocino consiguió acoplarse mejor. Ezequiel Bullaude interiorizó y pudo participar más, el Tomba mejoró la posesión y los cambios en el correr de los minutos también le propinaron ordenamiento. Valentín Burgoa y Bruno Leyes entraron con buen nivel.

Finalmente, pese a que en el encuentro existieron tres jugadas de gol para Godoy Cruz, dos de ellas llegaron a través del trabajo sucio, de las segundas jugadas. Aún no aparece la mecánica colectiva que le dotó de verticalidad y explosión. Martín Ojeda estuvo exento del protagonismo y Tomás Badaloni aún no se afianza en las funciones naturales de su posición. El “9” llegó a desaprovechar dos jugadas peligrosas.

 

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