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“Gracias por tanto y perdón por tan poco”

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Luego del entrenamiento matutino, Sebastián Méndez dio su habitual conferencia de prensa y aunque no lo quiso anunciar, todo indica que dejará de ser el director técnico de Godoy Cruz.

Ante el ping pong de preguntas y respuestas, dejó en claro que no existieron peleas de ningún tipo: “No es prudente hablar de que es mi último partido  cuando tenemos que jugar mañana con Gimnasia. Después del partido hablaremos de mi continuidad. Pido disculpas por no hablar en este tiempo, quizá eso alimentó los rumores pero todos somos humanos, y a veces hay cosas que duelen.  Y agregó: “No me gusta que se hable de peleas, yo vine a trabajar a Mendoza. No me pelee con ningún periodista ni con los jugadores. Tampoco me pelee con el presidente”.

“Este tiempo pasaron muchas cosas lindas en Godoy Cruz, peleamos un torneo, volvimos  a jugar copas
internacionales. No me gusta que hablen cosas que no son, a los jugadores los voy a defender siempre, como ellos me defienden dentro de la cancha, ya sea ganando o perdiendo. Soy un agradecido a los jugadores, todos estuvieron a la altura dejando todo. Haciendo un balance, queda el dolor de no poder meternos en la final. Si llego a dejar Godoy Cruz, va a ser muy triste”.

Respecto a su vida en Mendoza y su entorno familiar, manifestó: “Existe una simpleza que nos enseña. Es un paraíso. Este año viví solo sin mis hijos, y es muy difícil. Siempre hay alguien que te da una mano. Extraño a mi familia, soy padre de tres hijos. Antes de entrenador, soy padre. Cualquiera que lo sea, me entenderá. Es la misión más importante de la vida”.

El pasado 13 de diciembre, se cumplieron siete años de su retiro futbolístico con la camiseta de Banfield, sobre esto se sinceró diciendo: “Siempre es un día terrible, termino cortando los teléfonos, me costó abandonar el fútbol. Salir campeón con Banfield fue inesperado. Fue tocar la gloria misma. Tuve la suerte de seguir ligado al fútbol, soy un eterno agradecido”.

Paso a paso, se fue metiendo en un lugar muy apreciado, que el dinero no puede comprar: en el corazón de los hinchas. Ante su partida, los fanáticos bodegueros sienten un dolor profundo ya que se iría un hombre que supo ilusionar a todos con una posible estrella en el pecho, una misión que se veía tan lejana pero al mando de él, se pudo sentir la gloria de cerca.  Pensando en el hincha, confesó: “Al hincha lo único que le puedo decir es gracias. Me han hecho sentir muy bien, me hicieron soñar, soñamos juntos. El hincha estuvo siempre, en las buenas y en las malas. Les haría un cartel que dijera “Gracias por tanto, y perdón por tan poco por no poder haber ganado el campeonato”. Para muchos era una locura en ese momento, pero  estuvimos muy cerca”.

Frente a su salida inminente, Sebastián Méndez aclaró: “Ya tengo una decisión tomada, después del partido la voy a comunicar. Tuve todo el apoyo de la comisión directiva y de los jugadores”.

“Me parecería injusto que manchen a los jugadores diciendo que nos llevábamos mal. El primer objetivo que teníamos era evitar el descenso, hoy no se habla de esa palabra, y ojalá que tampoco pase en muchos años. Me cuesta ver el logro de la Copa Libertadores, me duele lo que perdimos. Se generó algo en la gente, una ilusión, se percibía un ambiente espectacular en las calles, y no pudimos coronarlo de la mejor manera. Hicimos mejor las cosas que muchos clubes grandes que se están matando por conseguir un lugar. La gloria se gana en la cancha, peleando, luchando, el dinero viene después. Si les decía cuando llegué, que íbamos a pelear el campeonato, me tildarían de loco. Con el correr de los partidos fuimos creciendo y alimentando eso. Me quedó con muchas imágenes buenas de la gente y de los jugadores”, sostuvo el Gallego de forma gratificante.

Las causas de su despedida fueron eco en los rumores semanales, por lo que se tomó el trabajo de desmentirlos: “No puse ninguna excusa de los refuerzos ni de los jugadores que se fueron al principio de la pretemporada. En algunos momentos nos mataron, nos cobraron cosas que no se cobran habitualmente. Lo familiar siempre esta primero que lo deportivo. Si les pasara algo a mis hijos, saldría corriendo a buscarlos. Vivir le cuesta a todo el mundo, se pasa por momentos buenos y malos. El fútbol es una montaña rusa de alegrías y tristezas. Me llevaría en mi valija todos los momentos que vivimos. Me daría muchísima pena no ser el técnico de Godoy Cruz en la Copa Libertadores. Soñé mil veces con dirigir en ese certamen”.

Pensando en el próximo encuentro ante Gimnasia de La Plata, expresó: “Vamos a enfrentar a un equipo duro, todos los planteos de Alfaro son complicados. Espero que lo podamos sacar adelante así terminamos el año de la mejor manera ante nuestra gente”.

Finalmente, el Gallego desviará su camino del Expreso en lo que fue un gran viaje, repleto de alegrías y tristezas. Desde su llegada, fue motivando a los jugadores cada vez más, lo que lo llevó a tener una gran relación, no solo futbolística sino humana con sus pupilos que alegraban el alma de los hinchas, partido a partido.

En las inmediaciones azules y blancas, quedará una huella imborrable. La lucha por la tan anhelada estrella en el pecho en un torneo muy complicado, la tercera participación en la Copa Libertadores, el Torneo Vendimia triunfal. Todos estos logros, se cosecharon de la mano de Sebastián Méndez, un entrenador que contagió a futbolistas e hinchas y los llevó por el camino de la ilusión.

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