Torneo Binance 2023

La falta de gol en Godoy Cruz

Godoy Cruz
El Expreso no ha sabido aprovechar sus ocasiones recientemente/ Foto: Club Godoy Cruz

En los últimos encuentros, se ha resaltado una característica que ha preocupado al pueblo tombino. A Godoy Cruz le cuesta una barbaridad ser preciso en los últimos metros y ha perdido puntos insólitos a causa de ellos.

Para poder analizar esta problemática, hemos decidio abarcar este análisis en secciones donde intentaremos darle un motivo a lo que sucede. Primero daremos los números concretos que tiene el Expreso en este año y luego los desglosaremos.

Estadísticas

Godoy Cruz cuenta con un total de 18 goles a favor en el Torneo Binance 2023 (13 de “jugada”, 2 de penal, 2 de tiro libre y 1 en contra) en 16 fechas. Arroja un promedio de 0.88 goles por partido.

Muy a pesar de la baja cantidad de goles, el Tomba es uno de los equipos que más dispara al arco rival. Posee 202 tiros pero solo 67 han sido efectivos a la portería rival (teniendo en cuenta que en las estadísticas se cuentan hasta los que van suaves a las manos del arquero).

Esto último nos arroja 12.62 remates por partido con un total de 4.17 remates al arco por partido. Si tomamos los números al completo podemos decir que Godoy Cruz solo acierta a portería el 33% de sus intentos. Y, de estos intentos, solo el 26% finaliza en gol.

Si contamos la totalidad de las ejecuciones que el Expreso realiza, podemos decir que (de los 202 intentos) terminan en gol la (muy pequeña) cantidad de 8.9% de los remates.

De los 18 goles convertidos hasta el momento, 10 fueron de local y 8 en condición de visitante. En Mendoza ha disparado 96 (34 al arco) de los 202 remates y fuera de casa 106 de esos 202 (33 al arco).

Visto todo esto, podemos concluir que el problema no se encuentra en la localía. Godoy Cruz ataca prácticamente lo mismo en ambas condiciones.

Etapas

Recordemos que el Bodeguero ha tenido 2 ciclos durante el presente campeonato, el de Diego Flores y el del Gato Oldra (y compañía).

Con el entrenador cordobés, Godoy Cruz convirtió 8 goles en 10 partidos (en 5 de ellos no pudo anotó) lo que arroja un porcentaje de 0.8.

Y con el triunvirato a la cabeza, el Bodeguero anotó 10 tantos en 6 encuentros (en 2 de ellos no convirtió) dando así un promedio de 1.6.

Podemos notar que la precisión mejoró claramente en el segundo ciclo en cuanto a números refiere. Pero, debemos de tener en cuenta el contexto ya que, en los 2 primeros encuentros, se hicieron 7 goles (se recibieron 6) y en las siguientes 4 fechas se anotaron 3 goles (1 recibido).

Por lo que podemos afirmar que hubo una mejoría en el nuevo mandato (más aún en el arranque) pero duró solo un puñado de partidos. La disposición más vertical de Oldrá y compañía ha favorecido al Tomba pero lejos está de solucionarse el problema.

Táctica de Flores

El “Traductor” utilizó (casi siempre) un 4-3-3 bien marcado. Donde los laterales debían pasar continuamente al ataque (Arce-Galdames), los volantes centrales no tenían lugar fijo por lo que alternaban continuamente su posición (Andrada/Leyes-Abrego-Fernández) y prescindía de una referencia de área clara para poder presionar con sus 3 delanteros (Allende comenzó como 9 titular).

Al centrarnos en el ataque, podemos notar que los nombres más recurrentes fueron Allende y Conechny, luego Salomón Rodríguez y Ramírez y (en menor medida) Ulariaga, López Muñoz y Larrosa.

Flores, al prescindir de la idea de un enganche (o sin alguien que se mueva detrás del delantero centro), se decidió por volcar a Conechny a una de las bandas, a Ulariaga como doble 9 y a López Muñoz/Ramírez pegados sobre la línea izquierda. Mientras que tanto Allende como Rodríguez y Larrosa fueron (prácticamente siempre) utilizados como “referencias de área”.

Táctica Oldrá

El Gato (sin patear el tablero) decidió colocar un creador de juego detrás del 9 y mantener el resto de la estructura. Los laterales pasan al ataque (Arce-Meli), Leyes quedó como referencia en el círculo central, Abrego suelto en mitad de cancha y cubriendo espacios, López Muñoz de enganche y Fernández haciendo las de carrilero.

En cuanto a los atacantes se trata, Allende quedó fijo como extremo y Fernández cada vez pisaba menos el medio del campo para posicionarse como otro extremo. La referencia de área (esta vez en un rol natural de 9) sería Rodríguez.

Si leemos los nombres, podemos notar una clara diferencia con la gestión Flores. Conechny con muchos menos minutos y Hernán López disfrutando del protagonismo.

Con la aparición del número 8 (antes jugaba poco y no en su puesto) la verticalidad mejoró y mucho. El volante perteneciente a River le da la frescura que el equipo necesitaba y tiene facilidad para el pase de gol.

En los primeros 2 partidos esto fue claro ya que Godoy Cruz convirtió 7 goles (si bien López no fue el asistente de todos, tuvo gran participación en muchas jugadas). El pico máximo de rendimiento llegó con la victoria por 2 a 0 en Santiago del Estero. Luego, llegó otro bajón.

El Expreso pasó a tener un promedio de 5.6 remates efectivos al arco por partido (en todo este ciclo) por lo que el problema de llegar poco al arco rival se “solucionó”. En ese momento, apareció otro inconveniente como lo es la ineficacia.

Goleadores

El tridente técnico entendió que lo que faltaba era un creador de juego, un nexo a modo de volante ofensivo y lo encontró en los pies de López Muñoz (la figura de este ciclo). El crear oportunidades se volvió algo más fácil y ahí es cuando aparece la sequía de los atacantes.

Recordemos que se han convertido 18 goles. Teniendo como máximos artilleros a Abrego, Salomón Rodríguez y Allende (con 3 tantos cada uno). Y, como máximos asistidores, a López Muñoz, Ramírez y Salomón (con 2 para cada uno).

El Tomba, hace pocos meses perdió al último gran goleador. Martín Ojeda. El actual jugador de Orlando City (en 2022) anotó 12 goles en 41 partidos (sin ser delantero centro) y otorgó 13 asistencias.

Es decir, que Ojeda fue partícipe fundamental en 25 goles en esos 41 encuentros (si sumamos los goles y asistencias del año anterior, los números se duplican).

Con la partida de quien portaba la cinta antes del Ruso Rodríguez, estamos en condición de afirmar que Godoy Cruz perdió a su goleador y creador de juego en una misma transacción.

Porque junto a Martín Ojeda se vio lo mejor de Salomón Rodríguez, Matías Ramírez, Ezequiel Bullaude y Tadeo Allende. Cuando Ojeda se marchó, con él se fueron sus goles y los de sus compañeros (sin contar a Bullaude que ya se había marchado).

Conclusiones del problema de Godoy Cruz

El problema está a la vista. Faltan artilleros de calidad que puedan generar peligro de forma independiente (es decir, que sean autosuficientes).

Sabemos que Salomón Rodríguez tiene grandes cualidades (como así lo ha demostrado) pero la falta de competencia provoca que él siga jugando de titular a pesar de su mal desempeño. No es la primera vez que tiene una caída rotunda de nivel, ya le pasó en 2022 y parece no haber podido levantarse de esa caída.

Tadeo Allende es el jugador con mejor remate de media distancia pero no es alguien que se asocie demasiado. Siempre que puede (sin importar que tan lejos del arco esté) remata y, por lo general, lo hace bien. Pero, el puesto de extremo, te pide ser un poco más que un definidor, debería de podes asociarse y generar peligro en conjunto.

Matías Ramírez es impredecible. O entra totalmente endemoniado y dispuesto a ser el mejor, o entra con visión nula y solo quiere gambetear rivales (muchas veces, sin éxito). No encuentra un balance y su nivel siempre es una incógnita.

Nicolás Fernández, de pasajes interesantes, es un delantero transformado (es decir, no es su puesto natural) y muchas veces se nota demasiado. No es alguien que tenga un mal desempeño, pero (en ocasiones) ese rol lo limita.

Tal vez, una posible respuesta era Nahuel Ulariaga. Siempre que ingresaba demostraba aspectos totalmente interesantes. Lamentablemente, una lesión de ese calibre lo dejará (probablemente) afuera hasta finales del presente año.

Enzo Larrosa no es un delantero centro con un estilo definido. Dentro de los minutos que ha disputado, no ha demostrado ser un gran cabeceador, ni el mejor pivote o un potente rematador. Tiene un poco de cada ingrediente pero no se potencia en ninguno. Hasta el momento, no es la solución.

Del resto poco se puede agregar. No hay mucho más material que lo nombrado anteriormente, resta aguardar que López Muñoz siga generando situaciones y que (de una buena vez) uno de los atacantes se destape para aprovechar la gran cantidad situaciones que Godoy Cruz tiene.

 

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